Reparto
El trágico pasado de los Alcocer ha marcado a la hija de Raymundo y Roberta de tal modo que la ha convertido en una joven tímida y valiente. Se enamora de Cristóbal, que pertenece a la familia con quien la suya está enemistada.
Afable y apasionado, el hijo de Severiano y Candela deja Santa Lucía, el pueblo natal, para estudiar en la capital y alejarse de su protectora madre. Se queda prendado de Aldonza nada más conocerla.
Encaprichada de Cristóbal, esta joven consentida y malcriada sueña con casarse con él solo por formar parte de los poderosos Mendoza. Astuta y manipuladora, tendrá a su madre, Prudencia, como aliada.
Casada por despecho con Severiano, la dueña de la hacienda Las Ánimas solo vive para su hijo. Su amargura aumentó al descubrir la infidelidad de su esposo, pero continuó con él para mantener las apariencias.
El padre de Cristóbal nunca ha sido feliz en su matrimonio con Candela, a quien siempre ha notado distante. Entre sus numerosas amantes está la mujer de Raymundo Alcocer. La desgracia se cierne sobre ellos cuando este los descubre.
La esposa de Raymundo es una mujer acomplejada e insatisfecha que siempre quiere más. Dotada de una desbordante sensualidad, que utiliza para alcanzar sus propósitos. No se lleva bien con su hija.
Emmanuel fue criado por el doctor Humberto Zapata, que atendió a su madre en el parto, y Prudencia, su esposa. Sensible y honesto, sufre las humillaciones de Valeria, la hija de su protector. Es el mejor amigo de Cristóbal y se enamora de Aldonza.
Pese a su desarrollado instinto maternal, la hermana de Roberta
no ha tenido descendencia. Aldonza ha encontrado en ella el cariño que no le ha dado su madre, por eso las une una gran complicidad.
El hermano de Raymundo y viejo amor de Candela regresa a Santa Lucía de donde se fue para ordenarse sacerdote años atrás. Desaprueba el modo de vida de su cuñada, con quien mantiene fuertes discusiones. Severiano también le hará perder la paciencia.